Portugal, Italia, Irlanda, Grecia y España (Spain) son los cincos países con mayor déficit de deuda pública, lo que hace que el Euro esté viviendo una de sus mayores crisis que incluso podría llevarle a su desaparición. El término PIIGS es un acrónimo peyorativo, ya que su significado en inglés es cerdo, que lo utilizaron por primera vez los analistas económicos británicos para referirse a los países históricamente pobres que querían entrar en la Unión Europea. Ahora el término vuelve a ser utilizado por los medios internacionales para referirse a éstos países con problemas de déficit y balanza de pago.
Las economías de estos países están estancadas ya que no pueden devaluar su moneda al formar parte de la zona euro, por lo que se enfrentan a los mercados financieros que están reacios a comprar su deuda pública sino es con un interés muy alto. Y si estos intereses son muy altos a largo plazo harán que crezcan los gastos financieros de estos países y por lo tanto su deuda. La diferencia entre las tasas de intereses de los títulos nacionales deriva de la confianza que los mercados tienen en un país, la posibilidad de devolver la deuda contraída.
Esta situación está agravada por la crisis financiera del 2008, el crecimiento económico disminuye y por lo tanto aumentan sus costes, lo que conlleva la necesidad de estos países de contraer deuda pública. Grecia es el país que se encuentra en la situación más crítica ya que existe la posibilidad de que no pueda pagar la deuda contraída, por lo tanto necesita un préstamo de la Unión Europea, del Banco Central Europeo y del Fondo Monetario Internacional, que estarán dispuestos a ello si acepta el plan de austeridad. Si el país rechaza el rescate estaría automáticamente fuera del Euro, lo que conllevaría grandes pérdidas a varios bancos europeos ocasionando un efecto dominó a los demás países, provocando una crisis económica más aguda y un riesgo de insolvencia para los demás países.
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